jueves, 20 de enero de 2011

HISTORIAS REALES DE FAMOSAS

Karen Carpenter, Britney Spears, Kelly Osburne, Mary Kate Olsen, Christina Ricci, Allegra Versace y la princesa Victoria de Suecia, son un ejemplo de las figuras internacionales que tras alcanzar la fama y los lujos se vieron atrapadas en el peligroso mundo de los trastornos alimenticios.
Al contrario de lo que podría pensarse, que las famosas tienen una vida sin preocupaciones, rodeada de lujos y comodidades, la realidad es que además de lo anterior, el éxito y el glamour que las rodea les trae consigo vivir un infierno al obsesionarse por ser delgadas.
El caso más sonado en la farándula fue el de la cantante estadunidense, quien perdió la vida a los 32 años de edad y pesando sólo 28 kilogramos, a causa de un paro cardiaco ocasionado por la anorexia nerviosa que padecía.
Karen sufrió esta enfermedad a lo largo de ocho años, misma que fue desatada luego de que se sintiera ofendida por el comentario de un periodista que la llamó "chiquita regordeta", a partir de ese momento se obsesionó por perder peso.
Durante la década de los 60, la cantante siguió la dieta "Stillman", la cual consistía en tomar ocho vasos de agua y comer alimentos sin grasa, lo que le hizo perder 12 kilogramos de forma precipitada.
Durante una actuación, Karen se desmayó y fue llevada a urgencias, donde el médico la examinó y descubrió que había estado tomando laxantes en cantidades desproporcionadas, además de medicamentos para la tiroides que aceleraban el metabolismo, lo que la llevó estar 15 kilos por debajo de un peso saludable.
Aconsejada por su hermano Richard, se sometió a tratamiento con un psiquiatra de Nueva York, sin embargo, nadie del entorno de Karen confiaba en que siguiera el tratamiento, incluso, era evidente que aunque llevaba un año tratándose, se encontraba mucho peor.

Un día, a primera hora de la mañana, su madre la encontró inconsciente en el suelo, la transportaron al hospital, donde fue admitida de emergencia, pero los esfuerzos por salvarla fueron inútiles, pues su corazón estaba dañado por la malnutrición de tantos años, resultando en un paro cardiaco que le arrebató la vida.
Por su parte, la cantante Britney Spears, a los 25 años reveló que sufría bulimia desde los 16, problema que le impedía llevar un tratamiento en la clínica de rehabilitación, pues vomitaba los medicamentos que le suministraban.
Britney, quien dejó el mal hábito cuando se embarazó, admitió que luchó contra la enfermedad por casi 10 años, pues consumía mucha comida chatarra, dándose atracones de patatas fritas, dulces, helados y refrescos, y al sentir culpa, se provocaba el vómito para devolver lo ingerido.


Mientras que la cantante, Kelly Osburne, confesó que su adicción a las drogas, desató en ella una presión insoportable por adelgazar, incluso dijo que sufrió más por su necesidad de perder peso que por drogarse, aunque ambos problemas terminaron por combinarse.
"No estar delgada no me ayudó en modo alguno a decir no a las drogas. Sufrí más por ser gorda que por drogarme. Ser famosa te puede hacer vivir una existencia horrible porque no eres lo que tu quieres, si no lo que los demás quieren que seas. Por eso muchas actrices terminan sufriendo desórdenes alimenticios"(palabras de Kelly)



La actriz Mary Kate Olsen fue otra de las que despertó especulaciones en torno a su extrema delgadez. En junio de 2004 ingresó a un centro terapéutico en busca de ayuda profesional para su trastorno alimenticio.
Luego de permanecer más de un mes en una clínica de rehabilitación, Mary Kate recuperó parte del peso perdido, llegando a los 50 kilogramos, aunque hasta el momento se desconoce si se recuperó.






La princesa Victoria de Suecia, también padeció este mal en 1997 y lejos de ocultar el asunto, la Casa Real convocó a la prensa e hizo publica la situación, al tiempo que pidió paz y tranquilidad para que la princesa pudiera seguir un tratamiento adecuado del que se recuperó en el 2000.
La joven, que al inicio de su enfermedad tenía 20 años, despertó la atención por su extrema delgadez en un baile benéfico al que asistió, luego de que la prensa comentara sobre la posibilidad de que sufriera perturbaciones alimenticias.
Se señaló que la presión laboral en las tareas representativas que asumió desde su mayoría de edad, unida a las clases que recibía de ciencias políticas y francés, contribuyeron al desarrollo de su problema.

No hay comentarios:

Publicar un comentario